En ocasiones las modas se visten de novedad, haciéndonos creer que hemos inventado algo, cuando realmente en la mayoría de los casos no es más que el trabajo de nuestros antepasados recuperado, modernizado y disfrazado por el marketing.

Esto ha ocurrido una y otra vez a lo largo de la historia, y ahora le toca a la gastronomía y nutrición.

La nutrición está de moda: los batidos verdes, la sobrasada vegetal, la quinoa, el detox, los espaguetis de calabacín, etc. En definitiva, valores y alimentos tradicionales ahora recuperados y marketinizados.

Casa Santiveri, Carre Call
Casa Santiveri, Carre Call

 

Esta foto es del primer centro Santiveri para la comercialización de productos naturales en España. La empresa fue fundada en Barcelona por Jaime Santiveri Piniés en 1885, tras haberse recuperado de una terrible enfermedad en el sanatorio del abad Sebastián Kneipp en Woerishofen (Alemania).

En este sanatorio practicaban la llamada ‘cura de Kneipp’, un medico naturista alemán, cuyo método consistía en la articulación de los siguientes pilares:

*     Hidroterapia: chorros de agua en diferentes partes del cuerpo como los brazos, rodillas y muslos según el tipo de dolencia. Simultáneamente, la temperatura del agua (fría, tibia o caliente) dependía del propósito curativo. Recomendaba caminatas descalzo sobre el rocío del agua en la mañana, entre varias otras técnicas destinadas a fortalecer el sistema inmunológico, haciendo reaccionar al cuerpo mediante la regulación de su temperatura.

*     Terapia nutricional: recomendaba moderación con los alcoholes y azúcar, y la preferencia por una alimentación natural, compuesta de abundante fruta y verdura, así como de escaso consumo de carne.

*     Ejercicio físico: según su doctrina, la «vida es movimiento», por lo tanto el enfermo debía hacer ejercicios diarios como gimnasia o escalada.

*     Fitoterapia: recomendaba el uso de diferentes plantas y hierbas medicinales para los diversos males.

*     Relajación: Kneipp creía que una mente sana lograba un cuerpo pleno y relajado.

Si reflexionamos sobre estos pilares nos daremos cuenta de que hoy perseguimos prácticamente lo mismo, seguimos teniendo valores comunes. El problema viene de la falta de profesionalización en torno a la salud y la nutrición que hay en el mundo actual, donde las increíbles tecnologías de la información y la comunicación, a mano de todos, permiten que charlatanes y personajes que se suben al carro de cualquier moda hablen de salud. Seguramente este fenómeno también ocurriese en la época de Santiveri y Kneipp, donde intrusos se sumarian al arte de curar sin los conocimientos necesarios. Ahora bien, su difusión no llegaría más allá del boca a boca entre sus seguidores. Hoy todo aquel que lo desee puede irrumpir en la casa de cualquier ciudadano del mundo con consejos impersonales y poco cualificados sobre cómo mejorar su salud, y hasta sobre cómo curar una enfermedad grave a través de una entrada de blog en internet o un producto de una tienda on line. ¿Acaso estas entradas están sustituyendo a los artículos científicos? Porque desafortunadamente parece tener más peso el impacto mediático que el científico.

La pregunta que rondará la cabeza de más de uno es ¿y ahora cómo sé si puedo fiarme cuando hago un búsqueda en internet? Pues al hilo de lo comentado, tendremos que buscar que el argumento de la persona que leemos reúna al menos alguno los siguientes requisitos:

1.   Que su discurso tenga una historia, una raíz, un origen, que esté apoyado en una cadena evolutiva de conocimiento, por más novedoso que sea el tema.

2.   Que el autor tenga la formación adecuada (con mi más sincero respeto a los periodistas y community managers que generan contenidos para sus clientes, por favor absténganse de dar consejos de salud ).

3.   Que el contenido refleje un equilibro entre la evidencia científica y la experiencia. Al fin y al cabo los hechos cuentan más que las palabras. ¿A quién elegirías para una operación: a un médico que haya escrito muchas entradas de blog o uno que haya salvado muchas vidas?

Con esta reflexión no pretendo una crítica al la moda verde actual. Es más, su origen y fundamento reflejan la doctrina en la que creo. Ahora bien, ya empiezan a caer piedras sobre los vegetales verdes licuados o batidos, las depuraciones o ayunos, el uso de la cocina vegetariana o crudivegana, por culpa de la moda y el intrusismo.

Si ya se oyen críticas contra los batidos verdes no será por culpa de ninguno de sus inocentes e indudablemente saludables ingredientes, sino por aquellos que les atribuyen un poder milagroso y curativo.

Cuando escuchemos que el ayuno es un detox y que es una barbaridad porque el cuerpo no es como el motor de un coche y no puede limpiarse, será porque un grupo de colegas en paro decidió empezar a comercializar bebidas para paquetes detox sin ningún tipo de fundamento, pautas ni control médico. El ayuno terapéutico bajo supervisión médica y realizado en centros especializados, viene usándose en el tratamiento de diversas patologías desde Hipócrates hasta hoy día, cuando renombrados investigadores de diversas universidades, en particular Alemania y California, trabajan para respaldar esta práctica con evidencias científicas (ver el capítulo correspondiente en Lo saludable de los alimentos).

En definitiva, os invito a conocer la historia y el fundamento de aquello que leeis y a elegir vuestros alimentos diarios y tratamientos médicos en función del caso particular de cada persona, y a partir del convencimiento con conocimiento y no a ciegas (eso lo dejaremos para el amor).

 

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